Microaprendizaje: ¿Qué es y por qué su uso debería ampliarse?

¿Por qué los espejos invierten las imágenes horizontalmente, pero no vertical?, ¿cómo funcionan las pantallas táctiles?, ¿de dónde vienen los símbolos matemáticos? Encontrar las respuestas a estas preguntas no te tomaría más de cinco minutos si consultas las fuentes correctas y eso, exactamente, es el microaprendizaje.

El microaprendizaje (de la palabra griega ‘micro’ que significa pequeño) es una estrategia educativa que basa el aprendizaje a partir de microcontenidos o micromedia, así como en procesos presentados en formatos cortos y segmentados.

Las actividades formativas de este sistema cuentan con una duración de hasta máximo quince minutos; suficientes para proporcionar unos conocimientos y conjuntos de habilidades sin agobiar al alumno y de una manera más dinámica que la tradicional.

En pocas palabras, el microaprendizaje implica proporcionar a los alumnos información en cantidades más pequeñas, durante un período de tiempo más corto.

El microaprendizaje ha comenzado a usarse debido a la creciente popularidad del e-learning, que facilita el acceso a un sinnúmero de contenidos educativos, pero también como respuesta a un déficit en la capacidad de atención y al aumento de la fatiga ocular causada por el uso de pantallas de diferentes dispositivos electrónicos durante largos periodos de tiempo.

De acuerdo con el Statistic Brain Research, la capacidad de atención; es decir, la cantidad de tiempo concentrado que una persona puede dedicar a una tarea sin distraerse, bajó a solo doce segundos en 2000. Para 2015, esta pasó a 8.25 segundos.En este contexto, el microaprendizaje ha ido cobrando relevancia, pues busca resolver esta problemática usando plataformas online, recursos gráficos, y videos cortos.

Como ya lo hemos mencionado, la popularidad de esta estrategia de aprendizaje también está vinculada a la explosión de la educación remota; un monstruo que estaba creciendo antes de la pandemia, pero que con la llegada de esta crisis se ha multiplicado de manera exponencial y se espera que su mercado ascienda a más de 375 mil millones de dólares para 2026.

¿Qué es el micreaprendizaje?

El microaprendizaje es una estrategia educativa basado en habilidades y que se caracteriza por la brevedad de sus lecciones y su alto grado de enfoque. Es la forma ideal de encontrar respuestas rápidas a problemas específicos.

No se trata de tomar un tema principal y fragmentarlo en videos pequeños, pues cada contenido de esta técnica tiene un fin en sí mismo y, hasta cierto punto, son independientes. A su vez, varios de estos micromedia se pueden agrupar generando una secuencia o diferentes rutas de aprendizaje.

Hay que entenderlo como una metodología que tiene una lógica en su diseño.

La idea clave es desglosar el contenido en módulos breves y secuenciados, desarrollando una ruta según los objetivos de enseñanza que se pretendan alcanzar.

La micromedia tiene que poder ser utilizada de manera independiente, pero también debe entenderse como parte de un conjunto, como una secuencia de aprendizaje, teniendo en cuenta sus dinámicas y condicionantes.

Microaprendizaje y sus características más importantes

  • Aprendizaje en ráfagas breves
  • Requiere poco esfuerzo de sesiones individuales
  • Aborda temas simples o estrechos

Cabe resaltar que su formato micro no significa que no sirva para resolver temáticas más largas o complejas, sino que se irán aprendiendo de manera gradual mediante bloques que permitan alcanzar cualquier tipo de meta educativa, como habilidades o conocimientos.

Estos aspectos convierten al microaprendizaje en una estrategia natural dentro de los modelos de educación en línea, pero aunque se complementan, sería un error decir que este deba limitarse a los dispositivos móviles.

Módulos de microaprendizaje

Duración: Como ya lo hemos dicho, el microaprendizaje tiene que ser rápido. Un módulo típico se puede completar en unos cinco minutos. Sin embargo, no existen reglas estrictas sobre su extensión como explica la experta en estrategias de aprendizaje Shannon Tipton de Learning Rebels LLC:

No hay periodos fijos para el microaprendizaje. No hay un número mágico. Se trata de necesidad y contexto. ¿Quieres crear un tutorial? ¿Son siete minutos suficientes? ¿Qué tal cinco? Todo depende, pero mantén esto en mente: ‘Tan largo como sea necesario, pero tan corto como sea posible’”

Concentrate: Cada módulo tiene que responder a una pregunta o problemática individual.

Variedad: El microaprendizaje se debe nutrir de una gran variedad de micromedia como videotutoriales, podcasts, presentaciones, interacciones, juegos, escenarios, evaluaciones, ayudas laborales basadas en texto y lecciones breves en línea.

Compatibilidad con dispositivos móviles: El contenido debe estar siempre al alcance, pues el objetivo es que los estudiantes acudan a sus dispositivos para aprender.

Como ya te habrás podido percatar, existen dos diferencias principales entre el microaprendizaje y las estrategias educativas tradicionales.

La primera es que el microaprendizaje no incluye mucho contexto y detalles en sus módulos, pues el exceso de información puede desviar al estudiante de la problemática que se intenta resolver.

La segunda diferencia es que el microaprendizaje asume que cada alumno está lo suficientemente motivado para investigar y completar el aprendizaje que requiere.

Lo anterior puede parecer simple, pero no lo es. Completar incluso la lección más corta puede presentar un desafío si cubre conocimientos y temas que están más allá de las habilidades que el estudiante tiene en ese momento. Sin embargo, aquellos que tienen un nivel básico de experiencia, que pueden identificar sus lagunas de conocimiento y que se sienten cómodos aprendiendo con la tecnología, obtendrán el máximo provecho de esta estrategia.

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