Generalia, empresa creadora de contenido educativo, presentó el segundo webinar de una serie de eventos orientados a la educación digital que se llevarán a cabo durante 2021. El tema abordado en esta ocasión gira en torno a la creación de contenido de alto impacto, así como sobre algunas estrategias de enseñanza-aprendizaje para mejorar la capacitación empresarial o académica.
Estuvo a cargo de esta reveladora plática el maestro Luis Iván de la Fuente, experto en Neuroeducación y CEO de Unicity, empresa especializada en educación e innovación.
Maestro en Programación Neurolingüística, en Innovación, en Design Thinking y licenciado en pedagogía por la Universidad Panamericana (UP), Luis Iván de la Fuente, comenzó su presentación contando la trágica historia de un grupo de bomberos que pereció en los incendios forestales de Estados Unidos por tratar de escapar del fuego cargando con todo su equipo de protección y herramientas.
“Lo que aquí nos enseña es que cuando hay una emergencia el sentido de supervivencia hay personas que aún viendo el peligro que ya viene, que ya está ahí, no dejan sus creencias ni sus formas de hacer las cosas, ni sus herramientas con las que han trabajado años y eso en el caso de los bomberos los hizo morir”.
Luis Iván de la Fuente extrapoló esta experiencia al mundo profesional y especializado, en donde un sinnúmero de organizaciones con largas trayectorias en el mundo de los negocios han quebrado por ‘no querer quitarse lo que llevan puesto desde hace años’, en referencia al rechazo de nuevas estrategias e innovaciones.
Innovación en materia educativa
El primer punto abordado por Luis Iván de la Fuente gira en torno a la irrelevancia en la que ha caído la educación ante la preponderancia de las redes sociales, los medios de comunicación masiva y el marketing. No obstante, la solución, subrayó, radica en el aprendizaje, la adaptación y la innovación.
Sugirió que las empresas necesitan avanzar velozmente si quieren sobrevivir, por lo que ir paso a paso en un contexto tan dinámico como el que vivimos ahora podría traducirse en una catástrofe para las organizaciones dedicadas a la creación de contenido educativo: ‘La gente que se ponga a planear un cambio educativo o un cambio de currícula de aquí a cinco años, a ocho años, inclusive a un año, factiblemente estará fuera del mercado o estará despedido o la empresa estará muerta’, indicó.
Educación para vivir en VUCA
VUCA, acrónimo utilizado para describir o reflejar la volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad que imperan en la actualidad, es el punto de partida para proponer un nuevo enfoque en la manera de enseñar que pase de la localización a lo holístico o sistémico.
“Volatility, todo hoy en día está subiendo y bajando: precio, dólar, costos; uncertainty: incertidumbre ¿alguien sabe cuándo va a acabar el tema de covid?, ¿alguien sabe qué va a pasar con el país, en unos meses, en unos años?, ¿alguien sabe qué va a pasar con la economía, con el mundo, si va a volver a ser igual que antes? No, se llama incertidumbre; complexity: complejidad, hoy en día cada decisión que tomes ya no es como antes que había una arista o dos aristas, hoy en día cada decisión-problema está lleno de factores que si tocas uno, el otro se altera; ambigüedad, decides algo y le pega acá. Haces algo y le pega acá: ¡Que nadie salga de casa! Estás trastornando a millones de empresas y negocios. Entonces, la pregunta es: ¿la educación de hoy en día está preparando a la gente para vivir en un constante VUCA?”.
Desafíos de la capacitación empresarial
- Metahumanos: Se trata de un proyecto que está en prueba para salir a final de este año. Son actores diseñados en computadora que pueden seguir un guion con gran fidelidad. Los metahumanos dejarán sin empleo a miles de profesores, en un contexto de virtualidad avanzada.
- Inteligencia artificial: Esta tecnología pondrá en riesgo un sinnúmero de empleos, especialmente los que se constituyen de procesos repetitivos o predecibles como el transporte público o la manufactura.
- Mayor accesibilidad a información: La peor y mejor información del mundo hoy en día está en Google. Esto se está traduciendo en un cambio radical en la monetización del conocimiento debido a una mayor accesibilidad.
- Crisis sanitarias: Se prevé que debido a los efectos del calentamiento global vendrán nuevas pandemias, las cuales impactarán negativamente al sector educativo, como lo está haciendo el brote actual de coronavirus.
- Competencia y competitividad feroz: Las empresas exitosas continuarán tratando de expandirse hacia otros sectores, por lo que la competencia y la competitividad representarán grandes retos a las organizaciones.
- Aprendizaje adaptativo: A través de la inteligencia artificial, los programas de estudio podrán personalizarse a niveles nunca antes vistos y, como ya se ha mencionado, esta tecnología reemplazará a un sinnúmero de docentes.
Alto impacto en aprendizaje
Ante los escenarios planteados por Luis Iván de la Fuente, la educación remota tendrá que plantearse cómo generar contenido de alto impacto; es decir, material educativo que pueda enseñar competencias que preparen a un ser humano para vivir en un mundo tan cambiante y complejo como VUCA.
El experto sintetizó su experiencia y, de un tumulto de estrategias y planteamientos teóricos, creó un método que contempla sólo tres competencias esenciales: aprender a pensar, aprender a aprender y aprender a sentir.
El primero, aprender a pensar, gira en torno a la resolución de problemas sin importar la temática o la obsolescencia del conocimiento. Se fundamenta en el abordaje de problemáticas a través de un enfoque cognitivo que permita al ser humano preguntarse sobre el origen del conflicto y la posterior generación de soluciones.
Aprender a aprender es la competencia necesaria para generar conocimiento en menos tiempo y de manera más efectiva. Está relacionada con la metacognición.
Por último, aprender a sentir, que como su nombre lo indica está relacionada con el control de las emociones, así como con la generación sentimientos positivos que mejoren el proceso de enseñanza-aprendizaje.
Con estos tres enfoques, Luis Iván de la Fuente armó su metodología bautizada con el nombre de Alto Impacto en Aprendizaje (AIA), con la cual busca generar contenido de gran impacto, atractivo y que deje una huella persistente en la memoria.
Para esta tarea, el experto recurrió a dos disciplinas que actualmente están en boga: la neuroeducación y el edumarketing.
Bases del AIA
La neuroeducación o neurodidáctica es una nueva visión de la enseñanza en la que colaboran tanto educadores como neurocientíficos. Se trata de un enfoque integrador y transdisciplinar, pues fusiona los conocimientos sobre neurociencia cognitiva, neurociencia cognitiva del desarrollo, psicología educativa, tecnología educativa, entre otras.
El objetivo principal de este campo científico emergente es optimizar el proceso de enseñanza-aprendizaje, así como mejorar los métodos de enseñanza y los programas escolares a través de la exploración de las interacciones entre los procesos biológicos y la educación.
Por otro lado, el edumarketing busca ampliar el alcance y el precio de los productos educativos a través de la mercadotecnia. Entre sus beneficios está el aumento del número de inscripciones y frenar las bajas, incrementar el valor percibido de la compañía, conocer las necesidades del mercado, creación de programas y cursos de calidad y desarrollar un trato entre empresa y cliente altamente efectivo.
“El marketing identifica necesidades y deseos no realizados. Se mete en el inconsciente de la gente y hace que te gustaría ser alguien distinto, alguien diferente, alguien que pueda crear sus sueños realidad. ¿Hace lo mismo la educación? (…) Aprendamos del marketing y todo lo que han logrado, cómo influenciar a la gente y cómo agregar valor para atraer, convencer, transformar conductas y crear el gusto por la educación, por aprender” [sic].
¿Qué entiende el AIA por aprendizaje?
Aprender es la transformación de conductas y contextos y no el simple conocimiento de conceptos e ideas como se entiende en la educación tradicional. Sobre este punto, Luis Iván de la Fuente recalcó que mientras el aprendizaje va al alza, el conocimiento se desploma.
“Hoy en día lo que más cuenta para ayudar a alguien a que valga en un mercado, a que sea útil, es que puedan crear cosas, que puedan transformar, mejorar, resolver problemas y adaptar cosas a lo que está viniendo todo el tiempo. Estas son las cuatro competencias más buscadas para la gente clave, las empresas top a nivel mundial. La gente que ya está consciente de que a mi no me sirve alguien que tenga ocho maestrías, me sirve alguien que me cree nuevas cosas, que innove, que me transforme, que me resuelva y que me adapte”.
En el mismo orden de ideas, de la Fuente explicó que el conocimiento tiene que transformarse en aprendizaje para poder aprovecharse y, para esto, el proceso tiene que pasar por tres procesos indispensables, la interiorización, la utilidad y el impacto; ingredientes que incrementarán la calidad de cualquier curso en línea, pues implican que todo conocimiento traerá consigo un beneficio tangible tanto para las organizaciones como para los trabajadores que buscan capacitarse.
¿Qué entiende el AIA por impactar?
Si se entiende el aprendizaje como un subproducto del conocimiento, su impacto dependerá de un flujo constante de creación y resolución de problemas, ‘alguien que no está creando y que no está resolviendo, por supuesto, es totalmente sustituible y eliminado y con lo que viene, a nivel inteligencia artificial, va a ser aún más riesgo’, manifestó el experto.
Por lo anterior, se sugiere que el profesor deje atrás su papel de instructor y se convierta en un guía; una especia de gurú, que pueda preparar a cualquier persona para tener una vida exitosa en un mundo cambiante, caótico y altamente competitivo.
“Está cambiando el rol de ser un maestro que da información, contenidos, a ser alguien que guía hacia la transformación y alcance de metas y sueños”, concluyó.
