La educación a distancia, que antes estaba reservada para casos especiales como el de retomar estudios después de muchos años, formarse a pesar de agendas apretadas o por cuestiones sociales o económicas relacionadas con la inserción escolar, ha cobrado relevancia en los últimos años.
Lo anterior se ha vuelto más evidente durante la pandemia de COVID-19 que trajo consigo el cierre masivo de centros escolares, creando una crisis aguda en el sector educativo privado. Este golpe, aunado con la rápida migración hacia plataformas digitales, ha traído consigo un boom de la enseñanza en línea de magnitudes globales.
Crisis en sector privado
La Asociación Nacional de Escuelas Particulares de la República Mexicana (ANEP) informó que en caso de continuar las restricciones a la movilidad por la pandemia de COVID-19, más de 20 mil planteles educativos privados se verían en la necesidad de cerrar sus puertas de forma definitiva.
Así lo manifestó el presidente de dicha asociación, Alfredo Villar Jiménez, quien explicó que en el país hay 48 mil escuelas privadas con una matrícula de 5 mil 500 millones de alumnos en todos los niveles: preescolar, primaria, secundaria, bachillerato y universidad, de los cuales cerca de 2 mil 300 millones migrarán al sector público para validar sus estudios.
Villar Jiménez subrayó que la emergencia sanitaria sorprendió a un sinnúmero de escuelas y docentes sin la suficiente preparación para impartir clases en línea; habilidades que la sociedad mexicana tampoco ha podido integrar a su realidad educativa, lo que está generando un aumento en la deserción de los alumnos.
“La sociedad mexicana no está preparada para integrarse a un sistema educativo a distancia, así como tampoco contaba con los instrumentos y tecnología, mientras más pasa el tiempo más desertan los alumnos”.
Asimismo, estimó que la crisis puede afectar a más de 200 mil personas que laboran en el sector privado educativo, tanto a docentes como a directivos y administrativos, y por ello pidió a la Secretaría de Educación Pública (SEP) reconsiderar las medidas preventivas en los planteles escolares.
Educación en línea se dispara en medio de la crisis de sector privado
En su comparación anual, la categoría de educación fue la segunda que registró el mayor crecimiento de consumo en Latinoamérica con 64 por ciento, al pasar de 2 mil 353 minutos (2018) a 3 mil 855 (2010), de acuerdo con la empresa de consultoría ComScore.
Alejandro Fosk, ejecutivo senior para Latinoamérica de ComScore, manifestó que el segmento de educación es uno de los más beneficiados por la pandemia, por lo que se prevé que la enseñanza conserve un componente digital en la medida que no se tengan clases presenciales para evitar los contagios.
En el mismo sentido, la Global Open University (GOU), escuela de cursos en línea que inició operaciones en México el año pasado, señaló que el gasto promedio en educación de los mexicanos ronda entre el 9 y el 29 por ciento de sus ingresos, lo que convierte a la oferta digital en un gran negocio en el país.
Así lo sostuvo Arturo de la Peña, director de Comunicación de GOU, quien agregó:
«Las personas cuya educación en planteles quedó trunca por la pandemia no estuvieron conformes con los servicios digitales que dieron las instituciones como opción a continuar. La educación dada de esa manera no es buena porque no nace pensado para el medio»[sic].
Portada: fundacionsantillana.com
